Cuarto disco en solitario de Dickinson, después del extraño Skunkworks donde lo pudimos escuchar en registros diferentes y alejados del Heavy que hacía con Maiden o en su propia carrera en solitario. Para recuperar esa esencia perdida y la repercusión dentro de las escena que mejor que repetir la formación de Balls to Picaso, con Roy Z a la guitarra, al bajo Eddie Cassillas y a la batería David Ingraham, pero con una especial incorporación a la guitarra, Adrian Smith, que tras su salida de Maiden realizo un proyecto en solitario y colaboro en el primer disco de Kiske. Con esta formación Dickinson recupera su sonido mas heavy y poderoso, sus registros vocales inconfundibles y que siempre le hicieron tan grande, pero manteniendo una sonoridad distinta a Maiden, sin duda por compartir las labores de composición con Roy Z. El disco empieza con “Freak” que resume a la perfección la tónica del disco en cuanto a sonido. Unos ritmos pesados dan paso a la voz de Bruce que agrede en primera instancia para luego entonar mientras alza el tema con su voz. El estribillo sin ser excesivamente melódico si es muy pegadizo a la par que agresivo e intenso. El tema rezuma modernidad por los cuatro costados y nos deja deseosos de caña. "Toltec 7 Arrival" es un arpegiado con base de bajo y susurro vocal que nos da paso al tercer tema “Starchildren" de poderosa rítmica y con un fraseo de Bruce que nos acerca al mejor metal. Los riffs y tesituras altas de Bruce provocan que tu cabeza se agite. 

De nuevo arranque arpegiado de guitarra para "Taking The Queen" con un Bruce muy melódico y épico, muy maideniano. El ataque en forma de riffs de Smith y Roy Z se acompaña de un crecimiento en la intensidad vocal, que retoma el inicio pasando por un delicioso solo de guitarra para recaer de nuevo en el agresivo estribillo. "Darkside of Aquarius" es el tema mas largo del disco y su elaboración en el arranque esta cuidada hasta el mas mínimo detalle. Base de Casillas con pinceladas de guitarra que dan paso a una aplastante rítmica de cañero riff. Dickinson aquí se siente muy cómodo con dos estrofas cañeras y dos alargando su sirena hasta tocar el cielo. Todo esto desemboca en un estupendo estribillo. La vuelta del tema se completa con matices rítmicos de Ingraham. El solo de guitarra, que arranca con repiqueo de caja, es embriagador así como el punteado compartido de estos dos hachas, que tiene el equilibrio perfecto entre agresivo y melódico, a la par que actual y moderno. Solo un arpegio y un épico Dickinson pueden recuperar el tema. Aparece una nueva rítmica que sirve de puente para llegar a un punteo doblado que golpea en las puertas del Sr. Harris. En la composición de "Road To Hell" sin duda la aportación de Smith es notable y las similitudes con la dama de hierro más que evidentes. La fuerza del tema así como su cantable estribillo hacen de la sexta canción uno de los bombazos del disco. El solo es tremendo, rápidas escalas con agudísimos finales que hacen que la voz de Dickinson aún suene mas intensa. Con "Man of Sorrows" nos encontramos el primer respiro del disco, canción donde Bruce se lleva todas las luces. Una balada donde la parte vocal es la protagonista, con la inclusión de teclados y un solo corto y muy melódico. 

"Accident of Birth" de nuevo resuena a la modernidad que Roy Z le da a todo el disco, pero el sonido es jodidamente Heavy. Agresividad en el arranque que se va truncando hacía un estribillo muy pegadizo, que se florece de afilados punteos de Smith. Después de una segunda vuelta unos solos agresivos e inacabados mantienen en vilo el tema hasta de nuevo la aparición de Bruce con el Welcome Home. "The Magician" es un tema algo mas rockero también muy en una onda maideniana a lo "No Prayer". Tema sencillo pero muy directo, trabajado en la línea vocal, con una parte muy coreable para los conciertos. El solo esta vez si que es mucho más protagonista y cuidado, alternado entre Roy y Smith. "Welcome To The Pit" rotundamente pesada en su inicio y dando un importante protagonismo a la base rítmica de Cassillas y Ingraham es el tema con mayor parecido al anterior trabajo. Un Bruce que se mantiene agazapado junto a los guitarristas, que solo despegan para realizar un solo no excesivamente elaborado, hacen de este tema a mi parecer el mas flojo del disco. Con "Omega" tenemos el segundo respiro del disco, pero esta vez una tesitura mas guitarrera, con arpegiados y con algún punteo metálico. De nuevo la voz es la protagonista especialmente en el estribillo donde Bruce crea un fraseo mágico. En la segunda vuelta la canción sube de intensidad para dar paso al solo mas melancólico del disco. La hermosura de este pasaje se hace grande con el paso de las escuchas. Y de repente sorpresa, el solo se vuelve feroz, con una clave muy Thin Lizzy pero agresiva, doblada en algunos momentos y sobretodo con Cassillas realizando una base rítmica muy sólida. Tras la explosión y casi sin saber como el tema se reengancha con el estribillo de Bruce y su sirena en plena ebullición. Con “Arc of Space” se cierra el disco y con un arranque más de Zeppelin que de Maiden nos transporta a un viaje acústico hermoso y de lucimiento vocal para el ingles.

La carrera en solitario de Dickinson refloto con este disco y se catapulto a la primera línea de fuego con su siguiente LP, mientras Maiden pasaba quizás los peores momentos de su historia, ya no solo por repercusión mediática sino a nivel de inspiración y composición.